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SANTO DOMINGO.- En abril del año 2021, la Secretaría General del Ayuntamiento del Distrito Nacional, dirigida en ese entonces por Hugo Beras, presentó un estudio en procura de reorganizar el tránsito en las avenidas Winston Churchill y Abraham Lincoln, el cual consiste en poner en sentido sur-norte a la primera y norte-sur la segunda. 

El proyecto para la mejoría vial en el polígono central fue elaborado con el consenso y coordinación de varias instituciones, como la Alcaldía del Distrito Nacional, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), el Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre y la Agencia Francesa de Cooperación.

La iniciativa de cambios se fundamenta en tres pilares: primero, la ampliación de 3 a 4 carriles de la avenida Winston Churchill en dirección sur-norte; la Abraham Lincoln norte-sur con iguales cuatro carriles para los vehículos individuales o privados.

A pesar de que el proyecto estaría montado para el 2021, a más de tres años de anunciado aún no se ha ejecutado, cuyo objetivo es agilizar el desplazamiento de vehículos en el centro de la ciudad.

Ya siendo director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), el principal promotor de la iniciativa, Hugo Beras, se pensó que la propuesta podía haber cobrado mayor celeridad, pero no fue así.  

Lo último que se supo de la medida que desde su anuncio sorprendió a muchos, es que estaba siendo sometida a un estudio de laboratorio computarizado, para determinar la viabilidad del mismo. 

“Eso te va a decir, automáticamente, cuáles vías funcionan perfectamente, qué modificaciones habría que hacer y cómo debe estar el comportamiento de los semáforos, que eso lo estamos trabajando”, dijo Hugo Beras en el año 2022, cuando se le cuestionó sobre la suerte del proyecto. 

Hugo Beras solicitó licencia de su cargo como director del Intrant en noviembre del 2023, para dar paso a una investigación que realiza el Ministerio Público por las supuestas anomalías en el contrato para la sistematización de semáforos en el Gran Santo Domingo, que incluye más de 1,300 millones de pesos.